Los tacones no deberían lastimarte, desmontando el mito

En primer lugar, aceptemos los hechos, la mayoría de mujeres han dejado de utilizar los tacones en numerosas ocasiones, apostando por zapatillas o zapatos planos. No obstante, eso no significa que dejen de ser un reclamo o nos hayan desencantado (¡eso nunca!). Esto se debe en parte a que, posteriormente a su uso, se sufre dolor de pies e incomodidad. Pero, ¿sabías que esto no debería ser habitual? Los tacones no deberían lastimarte, y hoy vamos a explicártelo. ¡Acompáñanos!

¿A qué se debe la incomodidad de llevar tacones?

¡Lo que nos gusta un buen outfit! No cabe duda de que a la hora de acudir a una celebración especial o, incluso, al trabajo, los tacones se postulan como un calzado adecuado para ello. No obstante, estamos seguros de que en numerosas ocasiones has decidido apostar por otro tipo de zapatos debido a su comodidad, esa cualidad tan valorada.

Y es que no queremos que el calzado nos arruine ninguna ocasión, ¿verdad? Por ello, se tiene la creencia generalizada de que los tacones, además de estilo, aportan cansancio. Pero esto no es cierto, al menos en numerosos casos. Y es que la cuestión no está en el tipo de zapato, sino en la elección. Os damos nuestra palabra de honor, unos buenos tacones no lastiman. De no ser así, ¿por qué habrían sobrevivido durante tantos años? ¡Hoy te enseñamos cómo acertar en tu compra!

Trucos para que tus pies disfruten de unos buenos tacones

Dale prioridad al balance. Lo hemos dicho en más de una ocasión, a la hora de elegir cualquier tipo de calzado, has de darle prioridad a la comodidad. No obstante, respecto a los tacones, también debes barajar el balance como aspecto fundamental. Cuanto más delgado sea el tacón, menos soporte tendrá tu talón. Por lo tanto, es evidente, los tacones de ultra aguja no han sido concebidos para ser cómodos. Por otro lado, si te gusta que sean muy elevados, procura que tengan plataformas al frente.

Cuida la fricción. Otra de las peculiaridades de los tacones es que a veces hay áreas que causan fricción y, por tanto, ampollas. Una consideración de lo más eficaz es comprar almohadillas adheribles para que esas zonas no supongan un problema. ¡Asunto arreglado!

Calentamiento. Si estás hecha toda una deportista sabrás que, ante todo esfuerzo físico, has de realizar un calentamiento, ¿verdad? Pues este es un truco desapercibido que pocas conocen y te ahorrarán alguna que otra molestia. Teniendo en cuenta todo lo comentado anteriormente y realizando este ejercicio no notarás la diferencia entre tus tacones y tus zapatillas. Dobla tus pies unas cuantas veces, párate de puntas y baja.

Segundo pack de zapatos. Está inventado, en más de una ocasión has decidido quitarte esos tacones inaguantables y has apostado por otro par que llevabas contigo. ¡Genial! Eso es justo lo que tienes que hacer. Eso sí, si no llevas contigo otro par y tus pies están lo suficientemente cansados, no te quites los tacones. Al andar descalza por la superficie, tus pies se hincharán y te será imposible volver a calzártelos.

Las medias, esas grandes aliadas. Por último, pero no menos importante, no olvidemos la importancia de las medias. Con ellas, el zapato siempre entrará más fácilmente, habrá menos fricción y mucho más soporte.

Después de todo lo comentado anteriormente, esperamos que hayas eliminado la idea de que los tacones han de ser dolorosos por naturaleza. Apuesta por tiendas y materiales de calidad. Y, cómo no, ten en cuenta todas las consideraciones que te hemos detallado. Siguiendo nuestros consejos no sólo obtendrás un calzado cómodo, sino un look insuperable.